El
duelo en los niños
Cómo
impulsar a los infantes
en la maduración de este proceso….
Psic. Mariana Parra Heredia*
Directivo FUNVEPSSA
La comprensión general de la ausencia de
un ser humano amado resulta compleja y fuertemente dolorosa aun en la etapa de
la adultez, no existe alguna mentira que pueda ser bien dicha para plantearnos
abstracciones análogas, representaciones mágico religiosas o practicas que nos
den respuesta satisfactoria hacia la incertidumbre y malestar vivenciados en un
duelo. Más aun en etapas tan tempranas del ciclo de la vida.
En
el mundo de cosas del niño aun no ha sido concretamente definido el concepto de
muerte, mucho menos lo que ello significara para sí. En su mente las cosas más
preciadas nunca van a caducar y tampoco deben hacerlo sus seres amados más
cercanos. ¿Cómo es posible dejar de existir? ¿A dónde van? ¿Cuándo vuelven? …
la respuesta: Desde los inicios de la humanidad el hombre no ha concebido
posible educarse y prepararse para morir o, para aceptar y afrontar la muerte
de otros. Sin embargo, hoy día la humanidad independientemente de su
idiosincrasia enfrenta tasas de mortalidad elevadas y por diferentes causas
biopsicosociales, lo cual por su parte, ha generado la evidente necesidad de
buscar respuestas y ayuda.
Se
han planteado formas, tendencias, rituales mágico-religiosos entre otro tipo de
prácticas para aminorar el dolor no físico, pero los mismos no son más que un
elemento distractor pasajero ante las emociones y sentimientos que experimenta
la persona. La experiencia nos ha enseñado que el dolor pese a todas estas
prácticas desesperadas, puede reaparecer, trayendo a la mente dudas que se
fortalecieron, distorsiones cognitivas que impiden el desenvolvimiento
operativo además de un cúmulo de emociones que coexisten simultáneamente
incrementando la incertidumbre, ansiedad y por ende el sufrimiento prolongado
tras el estancamiento del ciclo de duelo. ¿Qué ocurre cuando damos
explicaciones irracionales de la muerte a los niños? Dependerá de la edad cronológica del infante.
El desarrollo evolutivo de sus pensamientos concretos e permite la habilidad y el razonamiento para
establecer sus propias conjeturas, sobretodo de todo aquello que es observable.
¿Si mi abuelito se fue de viaje entonces por qué todos lloran?... ¿Si mi mama
ha ido a un lugar mejor por qué no me llevó a mí?... ¿Específicamente en que
parte del cielo está mi hermanito para saber que tan grande debe ser mi
escalera?... el éxito en el manejo
efectivo de las realidades difíciles ante los infantes no está en cómo se les
maquille para evitar el dolor ya que el sufrimiento es humanamente inevitable, el éxito lo brinda
el significado que con sumo cuidado ejemplificamos para los mismos, en dar
explicaciones no inverosímiles y sin morbo, previniendo el desborde emocional
cuando se le da la noticia de la muerte, ya que ésto sólo hará que el infante
impacte con un concepto de la muerte como algo netamente negativo y traumático.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta
que el infante más temprano que tarde dará con una realidad distinta al
escenario que se les planteo (cuando se dan explicaciones como los viajes o
mudanzas al cielo), pudiendo generar resentimientos hacia quienes con la
intención de no generarle sufrimiento optaron por dar explicaciones irreales.
Es
recomendable por la salud psicológica del niño y también de sus figuras
primarias darle explicaciones objetivas pero partiendo siempre del manejo
conceptual de la muerte, por ejemplo: “el cuerpo deja de funcionar”, ayúdale a
comprender primeramente que significa estar vivo: cuando un ser vive puede
ejecutar sus funciones biológicas por medio de sus órganos, entonces siente,
piensa, habla, ríe, comparte y hace muchas cosas respondiendo a todo cuanto hay
a su alrededor, su corazón late y sus pulmones absorben y expulsan aire, al
contrario cuando su cuerpo deja de funcionar la persona o el ser vivo deja de
ejecutar todas estas funciones porque su cuerpo ya ha dejado de trabajar y
ahora carece de necesidades, movimiento, palpitaciones y respiración, entonces
también deja de sentir. Es a esta parte del ciclo vital que llamamos muerte.
Lo cual quiere decir que la vida y la
muerte son dos etapas de cambio de un solo ciclo, uno es el inicio, cuando
nacemos, el otro es la culminación. Dado que la vida es un constante cambio no
eludible para ningún ser viviente.
El cuerpo pierde facultades y pasa por un
proceso de envejecimiento que le acompañara durante toda su vida pese a los
cuidados, los avances tecnológicos que puedan hacer menos complicada y cómoda
la vida del ser humano, el afecto y alimento suministrados, tarde o temprano
algunos organismos vivos culminan su proceso de desgaste, “como un traje”.
También los animales pueden enfermar, quejarse, morir antes de llegar a cumplir
muchos años o al contrario pueden perecer muy jóvenes y tiernos cuando más vida
parece quedarles. Las plantas suelen ser el objeto representante asertivo del
ciclo vital de los organismos.
Se puede asegurar con firmeza que aun pese
a todos los textos que podamos encontrar el ser humano no ha cultivado su
cultura de muerte. ¿No es acaso uno de los temas más censurados y aversivos en
el hogar? pensar en quien o quienes ayudaran a mis padres en caso de que yo
deje de estar o pensar en quien me ayudara a mi e caso de que ellos no estén no
es una idea tan descabellada.
La
muerte en si no es lo que puede impactarnos y causarnos el fuerte malestar que
más tarde repercute movilizándonos a cambiar gran parte de nuestros hábitos y
actividades cotidianas, sino la forma en la que puede presentarse la misma a su
vez que muchas muertes suelen acontecer de manera brusca (como en el caso de
aquellos quienes sufren un accidente con resultados fatales o por ataque
violento de persona e incluso animales). Este tipo de casos son muy
particulares y lamentablemente el impacto psicológico en las personas suele ser
más profundo y perdurable además de generar asombro, malestar y ansiedad
colectiva.
La base fundamental de esta lectura es sin
embargo: Cómo afrontar sanamente un duelo y a su vez modelarle a los niños un
sano aprendizaje de vida. Como cada persona obedece a las demandas de un medio
biopsicosocial diferente, todos buscaran inconsciente y conscientemente el
estilo de afrontamiento que más se ajuste a sus necesidades, como siempre, las
inmediatas. Entonces volvemos al dilema racional-afectivo: ¿la forma en la que
afronto mi duelo aunque responde a mis necesidades inmediatas, es el más
operativo y/o asertivo?... la sugerencia principal en este tratado responde
entonces a la interrogante sugiriendo como clave en este proceso de crecimiento
la psicoeducación respecto a la muerte:
- No castigar el tema de la muerte en el hogar, pues siempre seria rechazado inconscientemente por la persona durante su desarrollo sin comprender racionalmente por qué “hablar de muerte es tan malo”.
- Separar la concepción mágico-religiosa de la racional para obtener un segundo y nuevo concepto más racional que ampliar.
- Dialogar en familia y escuchar los distintos puntos de vista que cada uno de los miembros entiende como concepto de muerte.
- No evadir el tema, es importante despejar dudas y cerrar procesos que puedan estar acumulando cargas emocionales que no te permiten emocionalmente identificar tus herramientas emocionales para cerrar ciclos, las personas suelen ser capaces de recordar cosas como “mi papa me distrae y me compra un helado cada vez que le pregunto a donde fue mi abuela”. Podría hacerle la pregunta a alguien más en busca desesperada de respuesta lógica, por lo cual más tarde habría que lidiar racional y emocionalmente con la respuesta que alguien más le dé.
- Aunque deseemos que la muerte “no llegue nunca” se debe tomar en cuenta de que existen acciones previsivas que cooperan con la psicoeducación y afrontamiento operativo del duelo, tales como conversar con tu grupo familiar como preferirías que fuese tu funeral en caso de que ellos tengan que decidir por ti.
¿Es
posible para niño procesar toda esta información? Lo más saludable es acompañar
su duelo además de con afecto, la atención necesaria y apoyo del grupo familiar
en general, la asistencia de un Psicólogo de la Salud infanto-juvenil destacado en el abordaje del
duelo. Por su parte, la psicoeducacion es una técnica psicológica que puede ser
tan eficaz tanto para el infante como para sus figuras primarias ya que debe
establecerse una atmosfera de tranquilidad, sociego, cooperación y comunicación
entre todos los miembros de la familia, para que juntos unan los
comportamientos claves en el proceso de maduración de este ciclo. ¿y cómo esto
será posible? Viviéndolo, aprendiendo a vivirlo como una experiencia que será
parte de sus vidas sin que inevitablemente tenga que coartar la misma
permanentemente.
El psicólogo de la salud infanto-juvenil se caracteriza por su
habilidad, experiencia y formación no solo para brindar un abordaje psicológico
eficaz a niños y adolescentes, sino para integrar al adulto en la crianza
asertiva del mismo, con el fin de integrar núcleos familiares y facilitarles
las herramientas psicosociales para su desarrollo y desenvolvimiento operativo.
Considerando lo antes tratado, es
importante tomar en cuenta reflexionar en lo siguiente antes de entablar
conversaciones sobre el ciclo vital con los niños:
- No es posible evitar los cambios en la vida: le suceden a todas las personas en el mundo. Así como a otros seres vivos.
- Aunque hay ciertas cosas parecidas en las personas, la manera en como cada quien vivencia y manifiesta un duelo es única.
- Permítele al niño aceptar y expresar lo que siente aceptándolo tu primero: es normal sentir dolor y una gran cantidad de malestar emocional cuando alguien muere.
- Recordar a la persona en vida y como llevaba la misma, puede ayudarle a encontrar lo que necesita fortalecer para enfrentar el futuro sin ella.
- No siempre los seres vivos suelen completar su ciclo vital como es esperado muriendo por vejez, a veces por muchos motivos el cuerpo puede dejar de funcionar antes.
- Volver a sentir que tus proyectos otra vez son importantes no significa que ya hayas olvidado a la persona fallecida y no la eches de menos, siempre ocupara un lugar preciado en tu vida, pero ahora podrás recordarla sin dolor.
- Invertir en servicios funerarios del gusto o preferencia es fomentar cultura preventiva así no la necesites pronto, muy lejos de significar empatía hacia la muerte, de esta manera serás previsivo y evitaras mayores inconvenientes a los seres queridos en un futuro si les corresponde tener que decidir de qué manera llevar a cabo un funeral de un familiar allegado tuyo e incluso el de ti mismo.
- Es sano tener acercamientos a este tipo de vivencias asistiendo a funerales de sus seres queridos cercanos, aprender siendo empáticos otorga una aproximación más asertiva y orientada hacia el duelo por muerte, aprendiendo del entorno acongojado como perciben un duelo las personas.
- El niño no debe aislarse o excluirse totalmente del funeral de su familiar cercano por duro que parezca, la ausencia total del mismo o su escasa participación puede generarle más dudas, pensamientos distorsionados, ansiedad y sentimientos de desamparo, y más aún cuando el niño observa su entorno más agitado que de costumbre sin que se le explique por qué.
Siempre que se brinde apoyo profesional psicológico
de forma profiláctica estaremos cultivando nuestra cultura de salud preventiva
en las diferentes áreas de nuestra vida, de la misma forma en que una pequeña
fisura puede convertirse en una fractura, un duelo puede convertirse en un
proceso adverso que impedirá nuestro desenvolvimiento operativo a través del
tiempo en que permanece abierto, a veces la persona mantiene un sistema de
creencias al cual corresponde firmemente en conductas que resultan más
reforzantes para el duelo. Deseando a todos los lectores y seguidores un feliz
año nuevo y caluroso saludo, me despido esperando que el tratado haya sido de
su provecho.
* Psicólogo de la Salud y Organizacional
Miembro Directivo de FUNVEPSSA
Usuario Efectivo de Lengua de Señas
Psicólogo tratante de personas con discapacidad
Maestria en Orientación de la Conducta (en curso)
Diplomado en Psicología de la Salud y Hospitalaria (FUNVEPSSA)
Diplomado en Evaluación y Diagnóstico Psicológico (FUNVEPSSA)
Diplomado en Lengua de Señas (UPEL)
Diplomado en Psiconeuroinmunologia (UC)
Teléfono: 0412-8059110