La Fundación Venezolana para el Avance de la Psicología de la Salud (FUNVEPSSA), es una organización de desarrollo social que tiene como misión, impulsar el desarrollo de la ciencia psicológica y su aplicación en el campo de la salud desde un modelo bio-psico-social, fortaleciendo así, los principios científicos y el avance de la psicología de la salud por medio de actividades de investigación, docencia y asistencia social en todos sus niveles.
sábado, 24 de enero de 2015
lunes, 19 de enero de 2015
domingo, 18 de enero de 2015
LA MUERTE: PREPARARNOS ANTES DE PARTIR- SUGERENCIAS PSICOLÓGICAS
LA MUERTE: PREPARARNOS ANTE DE PARTIR
SUGERENCIAS PSICOLÓGICAS
Psic. Gilberto Aldana-Sierralta
Uno de los temas que ha generado
múltiples opiniones desde diversas áreas del conocimiento humano al igual que
el tema del amor, ha sido el de la muerte. El desarrollar algunas ideas sobre el
final de la vida, sin duda alguna, puede despertar opiniones encontradas, y
esto por lo general se debe a la incertidumbre que se genera, además de las dificultades
para explicar científicamente qué acontece con la vida o simplemente que pasa
con aquellos que sus funciones biológicas y psicológicas han cesado.
Desde el punto de vista
psicológico dos de los eventos que pueden generar gran malestar emocional en
los seres humanos son: la incertidumbre y la impotencia, y para muchos eso es
precisamente lo que significa: la muerte.
Es por ello que por muchos años
la representación gráfica que se le tiene a este proceso es el esqueleto
fúnebre y tenebroso acompañado de una guadaña que prácticamente nos roba o más
específicamente, rompe de manera abrupta
ese cordón de plata que tiene atada el alma al cuerpo físico tal cual refiere
la Biblia. Caso contrario acontece con un estado muy reforzante para la mayoría
de las personas como lo es el amor,
siendo el mismo representado por un corazón rojo acompañado de otros elementos
que describen sentires agradables tales como la ternura, el altruismo, el deseo
sexual, el compañerismo, entre otros.
La muerte en este lado del mundo,
por lo general, tal como se comentó anteriormente despierta sentires desagradables,
consecuencia de la incertidumbre e impotencia, ya que la primera, se relaciona con ese sentir
de ¿Qué pasa después que las funciones vitales cesan? ¿Qué hay después de la
muerte? ¿A dónde irán las personas? Por otra parte, la segunda característica,
la impotencia se relaciona con ese sentir aversivo de que por más que hagamos todo
lo que esté a nuestro alcance (asistencia médica, espiritual, recursos
económicos, familiares entre otros), no podemos detener el curso de los hechos,
pues cuando alguien amado debe irse en “el tren que lo llevará hacia el eterno
adiós” sabemos que no podemos hacer nada para impedir ese estado, por el contrario debemos aprender a trabajar en poder aceptar esa realidad.
Como psicólogo clínico y de la
salud he tenido que vivenciar la muerte de otros seres humanos. Mi experiencia
en la atención psicológica de personas con enfermedades crónicas tales como: Cáncer,
SIDA, Alzheimer entre otras, así como a víctimas de la violencia actual que
domina a nuestra sociedad venezolana, me ha llevado a tener un aprendizaje que
sin duda alguna ha despertado el interés de compartir con ustedes ese
conocimiento adquirido durante mi ejercicio profesional.
En primer lugar, debemos
considerar el manejo psicológico de la incertidumbre y la impotencia, ambas
generadas por la muerte de un ser querido. Dentro del campo de la Psicología de
la Salud se resalta la importancia de la preparación psicológica que debemos
tener como seres humanos ante el tema de la muerte; a este proceso se le da el nombre de “psicoprofilaxis mortuoria”. Aquí
debemos destacar la importancia del aprendizaje como proceso psicológico que
permitiría el cambio de actitud ante este fenómeno. Debemos partir en que sólo el aprendizaje
adaptativo es aquel que nos permitirá asumir una actitud menos aversiva hacia
la muerte, sin pretender que la muerte nos sea indiferente, sino que podamos
darle el significado psicológico adaptativo a un proceso normal y que todos en
algún momento afrontaremos en una o varias oportunidades hasta que llegue nuestro
propio encuentro con el desenlace final de la vida.
A la muerte no se le debería huir
ni manifestar fobia ante la misma, por el contrario se debe concientizar que
está ahí, que en cualquier momento podemos afrontar este proceso, ya sea en la
de un ser amado o el nuestro propio. Por lo general, las personas evitan tocar
este tema en sus conversaciones cotidianas, de hecho se pueden generar
pensamientos mágico-religiosos asociados a la posibilidad de que muera alguien
cercano con el simple hecho de tocar el tema, por ejemplo. “estas invocando a
la muerte, cancelado y trasmutado” dicen muchos en Venezuela.
Es imprescindible considerar a la
vida como un ciclo, algo que es
cambiante y alejarnos de la concepción de estado estático o de constancia
temporal lo cual es el primer ingrediente para aumentar o iniciar formas de afrontamiento
desadaptativo ante la muerte. Debemos
desmontar la idea de la perpetuidad de la vida, esto se debe llevar a cabo
desde el punto de vista tanto racional como emocional. El entendimiento
racional de las situaciones puede generar efectos moduladores de las emociones,
de aquí parte la importancia de destacar la condición cambiante de nuestras
vidas, el tiempo y el destino no están congelados, por el contrario, son
dinámicos: el primero tiene una progresión lineal mientras que el segundo puede
dar cambios hasta de 180° y en la mayoría de los casos sin ningún aviso preparatorio, por el contrario, es una
demanda de asumir o resignarse ante una situación de aparición abrupta.
Partiendo de la base del cambio
vital es que se plantea la primera recomendación para llevar a cabo un
afrontamiento adaptativo ante la muerte: vivir
el momento o el tiempo presente, es hoy nuestra oportunidad, no es el
mañana ni lo fue el ayer. En mi experiencia como psicólogo de la salud, he
podido identificar que son los llamados cargos de conciencia o simplemente
sentimientos de culpa por no haber sido
cercano afectivamente, o no haber ayudado o respetado a la persona fallecida. Las
acciones que influyen en que las personas busquen asistencia psicológica y de
esta manera, intentar eliminar a la
llamada culpa que tanto malestar puede generar en el individuo. Dada la
condición aversiva que genera la culpa, la recomendación es prevenir su
aparición practicando el altruismo y el respeto hacia las demás personas en
especial a nuestros seres cercanos, ese debe ser nuestro norte,
indiferentemente del comportamiento de los demás. El rencor y el egoísmo son la
dupla perfecta para la generación futura de esos cargos de conciencia.
A veces he podido visualizar como
las personas gastan una suma considerable de dinero en la compra de una corona
de flores, o la urna más costosa en la funeraria de más renombre en su
respectiva ciudad, como una forma de limpiar la culpa que se genera desde el
punto de vista cognitivo y emocional, al no haber acompañado, visitado,
respetado o tratado con altruismo a ese ser querido, p.e.: madre, padre,
hermano, pareja, amigo cercano entre otros. Esta infección psicológica que
perturba nuestra mente: la culpa, no hubiese tenido cabida si nos hubiésemos
inmunizado con el compartir afectivo con este ser querido, es muy probable que
el simple hecho de salir con cierta
frecuencia y compartir una tarde amena en medio de la degustación de un helado
o un café con ese ser querido, nos hubiese inmunizado contra esa “infección
psíquica” llamada: culpa.
En el caso de nuestra propia
muerte, la incertidumbre y la impotencia además de la desesperación nos pueden
atacar. Volvemos al punto, al resaltar de nuevo la importancia de desmontar en
nuestras estructuras cognitivas, la consideración errónea de eternidad física
que por lo general, nos acompaña en nuestro desarrollo, pues la realidad es que
una de las cosas más segura de este mundo al igual que en cada mañana sale el
sol, es que vamos a morir, para algunos será más temprano, para otros más tarde,
es por ello que resaltamos la importancia de vivir el momento actual, haga el
siguiente ejercicio: ¿ si su muerte llegará mañana? ¿Qué acciones o deseos no
han cumplido? ¿tiene algunos rencores hacia otras personas que sólo el perdón
podría liberarlo? Dependiendo de sus respuestas comience a motivarse en
redireccionar sus acciones conductuales para alcanzar algunos de esos procesos
no iniciados o dejados a un lado por la cotidianidad. La pregunta final es: ¿a
mis (aquí coloque su edad cronológica) me siento satisfecho con lo que he
alcanzado? (no incluya sólo lo económico, también lo afectivo, lo familiar y lo
relacionado con el disfrute como tal que debe tener la vida).
En este punto vamos a ser más
humanista y pragmáticos. Es frecuente escuchar a las personas decir las
siguientes frases: “la vida es dura”, “se viene a este mundo a pagar”. Pues
intentemos hacer un ejercicio mental, no voy a negar que existen muchas
situaciones que nos llenan de amargura, de tristezas o simplemente de
impotencia, pero como le digo a mis pacientes, si todo en esta vida tiene una
razón de ser, ¿cuál es la razón de ser del sufrimiento? La respuesta es que
tenemos dos opciones: a- sucumbir
ante el sufrimiento y generar un estado psicológico alterado patológico, o b- tomar el sufrimiento y transformarlo
en un aprendizaje de vida.
Las situaciones vitales traen
consigo constantes posibilidades de aprendizajes, y ellas nos permiten crecer
como seres humanos, no lo olvides. Los
grandes aprendizajes de vida nos vienen
cuando la vida nos pone a prueba, cuando debemos enfrentar la traición, el
fracaso, el cambio y entre esos cambios tenemos: a la muerte. La muerte por lo
general puede ser inesperada, de manera inmediata o a corto plazo, es por ello
que el momento es ahora para iniciar nuestro aprendizaje mortuorio y sanamente
prepararnos para vivir sin negar que existe el final de la vida.
Es pertinente la aclaratoria, no
es condicionar nuestra vida a la idea obsesiva de la muerte, más bien, es
utilizarla como un trampolín para disfrutar cada día de nuestra estancia en la
vida, compartir con nuestros seres queridos, perdonar a aquellos no tan
queridos y de esta forma liberarnos de malestares, hacer las actividades que
nos gustan, ya sean laborales o recreativas, dormir, comer, jugar entre otras
más, ¿cómo puedes identificar que son las indicadas? son todas aquellas
actividades en las que te involucras sin
importarte el tiempo que transcurra, sabes cuándo lo inicias pero no cuando
terminas y a pesar de eso te sientes motivado y ameno por haber invertido
tiempo en ello.
Existen situaciones para
aprender, comúnmente las llamamos “problemas” y como en las matemáticas, hay
unos más fáciles o más difíciles de resolver, pero también existen múltiples
situaciones para alegrar nuestro transitar vital, así que trata que las
pesadillas no oscurezcan tus sueños, todo está ahí por una razón de ser, y de
esta forma cuando llegue el momento de pararnos de la mesa, cuando el juego
termine, poder irnos o despedir a un ser amado con la satisfacción que dimos lo
mejor de nosotros durante ese tiempo maravilloso que compartimos con esa
persona o simplemente compartimos en este mundo.
"No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre".
Stefan Zweing (1881-1942) Escritor austriaco
Me despido afectuosamente:
Psic. Gilberto Aldana-Sierralta
(Mgs)
Presidente FUNVEPSSA/SOVEPSSA
Psicólogo Clínico y de la Salud
Psicólogo Sexólogo
Psicólogo Adjunto Hospital Vargas de Caracas
Docente Universitario de pre y post grado
Twitter: @gilberto_aldana
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