FUNVEPSSA

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Fundación Venezolana para el Avance de la Psicología de la Salud

lunes, 22 de diciembre de 2014

ABORDAJE PSICOLÓGICO DEL DUELO EN NIÑOS: CÓMO IMPULSAR A LOS INFANTES EN LA MADURACIÓN DE ESTE PROCESO



El duelo en los niños
Cómo impulsar a los infantes 
en la maduración de este proceso….

Psic. Mariana Parra Heredia*
Directivo FUNVEPSSA 
    
 La comprensión general de la ausencia de un ser humano amado resulta compleja y fuertemente dolorosa aun en la etapa de la adultez, no existe alguna mentira que pueda ser bien dicha para plantearnos abstracciones análogas, representaciones mágico religiosas o practicas que nos den respuesta satisfactoria hacia la incertidumbre y malestar vivenciados en un duelo. Más aun en etapas tan tempranas del ciclo de la vida. 

     En el mundo de cosas del niño aun no ha sido concretamente definido el concepto de muerte, mucho menos lo que ello significara para sí. En su mente las cosas más preciadas nunca van a caducar y tampoco deben hacerlo sus seres amados más cercanos. ¿Cómo es posible dejar de existir? ¿A dónde van? ¿Cuándo vuelven? … la respuesta: Desde los inicios de la humanidad el hombre no ha concebido posible educarse y prepararse para morir o, para aceptar y afrontar la muerte de otros. Sin embargo, hoy día la humanidad independientemente de su idiosincrasia enfrenta tasas de mortalidad elevadas y por diferentes causas biopsicosociales, lo cual por su parte, ha generado la evidente necesidad de buscar respuestas y ayuda.

      Se han planteado formas, tendencias, rituales mágico-religiosos entre otro tipo de prácticas para aminorar el dolor no físico, pero los mismos no son más que un elemento distractor pasajero ante las emociones y sentimientos que experimenta la persona. La experiencia nos ha enseñado que el dolor pese a todas estas prácticas desesperadas, puede reaparecer, trayendo a la mente dudas que se fortalecieron, distorsiones cognitivas que impiden el desenvolvimiento operativo además de un cúmulo de emociones que coexisten simultáneamente incrementando la incertidumbre, ansiedad y por ende el sufrimiento prolongado tras el estancamiento del ciclo de duelo. ¿Qué ocurre cuando damos explicaciones irracionales de la muerte a los niños?  Dependerá de la edad cronológica del infante.

 El desarrollo evolutivo de sus pensamientos concretos  e permite la habilidad y el razonamiento para establecer sus propias conjeturas, sobretodo de todo aquello que es observable. ¿Si mi abuelito se fue de viaje entonces por qué todos lloran?... ¿Si mi mama ha ido a un lugar mejor por qué no me llevó a mí?... ¿Específicamente en que parte del cielo está mi hermanito para saber que tan grande debe ser mi escalera?...  el éxito en el manejo efectivo de las realidades difíciles ante los infantes no está en cómo se les maquille para evitar el dolor ya que el sufrimiento  es humanamente inevitable, el éxito lo brinda el significado que con sumo cuidado ejemplificamos para los mismos, en dar explicaciones no inverosímiles y sin morbo, previniendo el desborde emocional cuando se le da la noticia de la muerte, ya que ésto sólo hará que el infante impacte con un concepto de la muerte como algo netamente negativo y traumático. 

     Por otra parte, se debe tomar en cuenta que el infante más temprano que tarde dará con una realidad distinta al escenario que se les planteo (cuando se dan explicaciones como los viajes o mudanzas al cielo), pudiendo generar resentimientos hacia quienes con la intención de no generarle sufrimiento optaron por dar explicaciones irreales. 

      Es recomendable por la salud psicológica del niño y también de sus figuras primarias darle explicaciones objetivas pero partiendo siempre del manejo conceptual de la muerte, por ejemplo: “el cuerpo deja de funcionar”, ayúdale a comprender primeramente que significa estar vivo: cuando un ser vive puede ejecutar sus funciones biológicas por medio de sus órganos, entonces siente, piensa, habla, ríe, comparte y hace muchas cosas respondiendo a todo cuanto hay a su alrededor, su corazón late y sus pulmones absorben y expulsan aire, al contrario cuando su cuerpo deja de funcionar la persona o el ser vivo deja de ejecutar todas estas funciones porque su cuerpo ya ha dejado de trabajar y ahora carece de necesidades, movimiento, palpitaciones y respiración, entonces también deja de sentir. Es a esta parte del ciclo vital que llamamos muerte.

      Lo cual quiere decir que la vida y la muerte son dos etapas de cambio de un solo ciclo, uno es el inicio, cuando nacemos, el otro es la culminación. Dado que la vida es un constante cambio no eludible para ningún ser viviente.

     El cuerpo pierde facultades y pasa por un proceso de envejecimiento que le acompañara durante toda su vida pese a los cuidados, los avances tecnológicos que puedan hacer menos complicada y cómoda la vida del ser humano, el afecto y alimento suministrados, tarde o temprano algunos organismos vivos culminan su proceso de desgaste, “como un traje”. También los animales pueden enfermar, quejarse, morir antes de llegar a cumplir muchos años o al contrario pueden perecer muy jóvenes y tiernos cuando más vida parece quedarles. Las plantas suelen ser el objeto representante asertivo del ciclo vital de los organismos.

     Se puede asegurar con firmeza que aun pese a todos los textos que podamos encontrar el ser humano no ha cultivado su cultura de muerte. ¿No es acaso uno de los temas más censurados y aversivos en el hogar? pensar en quien o quienes ayudaran a mis padres en caso de que yo deje de estar o pensar en quien me ayudara a mi e caso de que ellos no estén no es una idea tan descabellada.

     La muerte en si no es lo que puede impactarnos y causarnos el fuerte malestar que más tarde repercute movilizándonos a cambiar gran parte de nuestros hábitos y actividades cotidianas, sino la forma en la que puede presentarse la misma a su vez que muchas muertes suelen acontecer de manera brusca (como en el caso de aquellos quienes sufren un accidente con resultados fatales o por ataque violento de persona e incluso animales). Este tipo de casos son muy particulares y lamentablemente el impacto psicológico en las personas suele ser más profundo y perdurable además de generar asombro, malestar y ansiedad colectiva.

     La base fundamental de esta lectura es sin embargo: Cómo afrontar sanamente un duelo y a su vez modelarle a los niños un sano aprendizaje de vida. Como cada persona obedece a las demandas de un medio biopsicosocial diferente, todos buscaran inconsciente y conscientemente el estilo de afrontamiento que más se ajuste a sus necesidades, como siempre, las inmediatas. Entonces volvemos al dilema racional-afectivo: ¿la forma en la que afronto mi duelo aunque responde a mis necesidades inmediatas, es el más operativo y/o asertivo?... la sugerencia principal en este tratado responde entonces a la interrogante sugiriendo como clave en este proceso de crecimiento la psicoeducación respecto a la muerte:
 
  1. No castigar el tema de la muerte en el hogar, pues siempre seria rechazado inconscientemente por la persona durante su desarrollo sin comprender racionalmente por qué “hablar de muerte es tan malo”.
  2. Separar la concepción mágico-religiosa de la racional para obtener un segundo y nuevo concepto más racional que ampliar.
  3. Dialogar en familia y escuchar los distintos puntos de vista que cada uno de los miembros entiende como concepto de muerte.
  4. No evadir el tema, es importante despejar dudas y cerrar procesos que puedan estar acumulando cargas emocionales que no te permiten emocionalmente identificar tus herramientas emocionales para cerrar ciclos, las personas suelen ser capaces de recordar cosas como “mi papa me distrae y me compra un helado cada vez que le pregunto a donde fue mi abuela”. Podría hacerle la pregunta a alguien más en busca desesperada de respuesta lógica, por lo cual más tarde habría que lidiar racional y emocionalmente con la respuesta que alguien más le dé.
  5. Aunque deseemos que la muerte “no llegue nunca” se debe tomar en cuenta de que existen acciones previsivas que cooperan con la psicoeducación y afrontamiento operativo del duelo, tales como conversar con tu grupo familiar como preferirías que fuese tu funeral en caso de que ellos tengan que decidir por ti.
¿Es posible para niño procesar toda esta información? Lo más saludable es acompañar su duelo además de con afecto, la atención necesaria y apoyo del grupo familiar en general, la asistencia de un Psicólogo de la Salud  infanto-juvenil destacado en el abordaje del duelo. Por su parte, la psicoeducacion es una técnica psicológica que puede ser tan eficaz tanto para el infante como para sus figuras primarias ya que debe establecerse una atmosfera de tranquilidad, sociego, cooperación y comunicación entre todos los miembros de la familia, para que juntos unan los comportamientos claves en el proceso de maduración de este ciclo. ¿y cómo esto será posible? Viviéndolo, aprendiendo a vivirlo como una experiencia que será parte de sus vidas sin que inevitablemente tenga que coartar la misma permanentemente. 

El psicólogo de la salud infanto-juvenil se caracteriza por su habilidad, experiencia y formación no solo para brindar un abordaje psicológico eficaz a niños y adolescentes, sino para integrar al adulto en la crianza asertiva del mismo, con el fin de integrar núcleos familiares y facilitarles las herramientas psicosociales para su desarrollo y desenvolvimiento operativo.

     Considerando lo antes tratado, es importante tomar en cuenta reflexionar en lo siguiente antes de entablar conversaciones sobre el ciclo vital con los niños:

  • No es posible evitar los cambios en la vida: le suceden a todas las personas en el mundo. Así como a otros seres vivos.
  • Aunque hay ciertas cosas parecidas en las personas, la manera en como cada quien vivencia y manifiesta un duelo es única.
  • Permítele al niño aceptar y expresar lo que siente aceptándolo tu primero: es normal sentir dolor y una gran cantidad de malestar emocional cuando alguien muere.
  • Recordar a la persona en vida y como llevaba la misma, puede ayudarle a encontrar lo que necesita fortalecer para enfrentar el futuro sin ella.
  • No siempre los seres vivos suelen completar su ciclo vital como es esperado muriendo por vejez, a veces por muchos motivos el cuerpo puede dejar de funcionar antes.
  • Volver a sentir que tus proyectos otra vez son importantes no significa que ya hayas olvidado a la persona fallecida y no la eches de menos, siempre ocupara un lugar preciado en tu vida, pero ahora podrás recordarla sin dolor.
  • Invertir en servicios funerarios del gusto o preferencia es fomentar cultura preventiva así no la necesites pronto, muy lejos de significar empatía hacia la muerte, de esta manera serás previsivo y evitaras mayores inconvenientes a los seres queridos en un futuro si les corresponde tener que decidir de qué manera llevar a cabo un funeral de un familiar allegado tuyo e incluso el de ti mismo.
  • Es sano tener acercamientos a este tipo de vivencias asistiendo a funerales de sus seres queridos cercanos, aprender siendo empáticos otorga una aproximación más asertiva y orientada hacia el duelo por muerte, aprendiendo del entorno acongojado como perciben un duelo las personas.
  • El niño no debe aislarse o excluirse totalmente del funeral de su familiar cercano por duro que parezca, la ausencia total del mismo o su escasa participación puede generarle más dudas, pensamientos distorsionados, ansiedad y sentimientos de desamparo, y más aún cuando el niño observa su entorno más agitado que de costumbre sin que se le explique por qué.
     Siempre que se brinde apoyo profesional psicológico de forma profiláctica estaremos cultivando nuestra cultura de salud preventiva en las diferentes áreas de nuestra vida, de la misma forma en que una pequeña fisura puede convertirse en una fractura, un duelo puede convertirse en un proceso adverso que impedirá nuestro desenvolvimiento operativo a través del tiempo en que permanece abierto, a veces la persona mantiene un sistema de creencias al cual corresponde firmemente en conductas que resultan más reforzantes para el duelo. Deseando a todos los lectores y seguidores un feliz año nuevo y caluroso saludo, me despido esperando que el tratado haya sido de su provecho.


* Psicólogo de la Salud y Organizacional
Miembro Directivo de FUNVEPSSA
Usuario Efectivo de Lengua de Señas
Psicólogo tratante de personas con discapacidad
Maestria en Orientación de la Conducta (en curso)
Diplomado en Psicología de la Salud y Hospitalaria (FUNVEPSSA)
Diplomado en Evaluación y Diagnóstico Psicológico (FUNVEPSSA)
Diplomado en Lengua de Señas (UPEL)
Diplomado en Psiconeuroinmunologia (UC)
Teléfono: 0412-8059110


FIRMA DE ALIANZA UPEL-IPC y FUNVEPSSA

DIPLOMADOS Y OTRAS ACTIVIDADES CIENTIFICAS-DOCENTES DE FUNVEPSSA, AHORA CON EL AVAL ACADÉMICO DE LA 
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR (UPEL-IPC)

 CONVENIO UPEL-IPC y FUNVEPSSA

El Psic. Gilberto Aldana-Sierralta, presidente de FUNVEPSSA junto a la Dra. María de la Paz Silva, Coordinadora de Extensión Académica de la UPEL-IPC en la firma de la Alianza entre FUNVEPSSA y la UPEL-IPC. Ahora nuestros DIPLOMADOS y otras actividades docentes cuentan con el aval académico de esta importante y destacada Universidad Venezolana, pionera en la formación de docentes en nuestro país.

La Psic. Mariana Parra, coordinadora administrativa de FUNVEPSSA junto a la Dra. María de la Paz Silva, coordinadora de Extensión Académica de la UPEL-IPC en la firma de la Alianza entre FUNVEPSSA y la UPEL-IPC.

 El Psic. Gilberto Aldana-Sierralta, presidente de FUNVEPSSA junto a la Psic. Mariana Parra Coordinadora Administrativa de FUNVEPSSA en la firma de la Alianza entre FUNVEPSSA y la UPEL-IPC

 En la Firma de la Alianza FUNVEPSSA-UPEL IPC

 
Presidente de FUNVEPSSA, el Psic. Gilberto Aldana-Sierralta  junto al Subdirector de Extensión de la UPEL- IPC, Dr. Humberto González Rosario
Presidente de FUNVEPSSA, el Psic. Gilberto Aldana-Sierralta, la Psic. Mariana Parra, Coordinadora Administrativa  junto al Subdirector de Extensión del IPC, Dr. Humberto González Rosario en la firma de la Alianza entre nuestras instituciones